Los beneficios de los tés de moda
El té es una bebida milenaria que se consume en todo el mundo, pero ¿qué sabemos sobre sus beneficios? Empezando por el principio, cabe destacar que el té es una bebida elaborada a partir de las hojas de la planta Camelia Sinensis. Si bien es cierto que los diferentes tipos de tés comparten propiedades antioxidantes, cada uno de ellos tiene una serie de beneficios que los hacen únicos.
Este es el top 5 de tés que están de moda (y que, ¡estamos seguros de que siempre lo estarán!)
Té verde matcha:
Uno de los tés que más beneficios representa para nuestra salud es el conocido como “el antioxidante natural”. El té verde controla el aumento de las células cancerosas gracias a su alto contenido en polifenoles. Se considera una bebida diurética ya que ayuda al funcionamiento de los riñones y por tanto a la eliminación de toxinas. Por último, este té favorece también la salud bucal, previniendo caries y mal aliento.
Té de ginseng:
Se conoce también como el té de la energía, y no es para menos. Resulta que potencia el poder de las células blancas de la sangre (los conocidos como leucocitos) ¿Esto qué significa? Una mejora en el sistema inmune, que es el encargado de destruir las bacterias y los virus que nos atacan.
Té rojo:
Este té es el complemento ideal para las dietas, ya que no solo ayuda a perder peso, sino que evita que se recupere después de haber acabado el régimen. Es también un muy bien regulador intestinal que ayuda a reducir la hinchazón abdominal. ¡Ah!, y también reduce los niveles de alcohol en sangre (nunca está mal saberlo).
Té blanco:
Los maestros orientales aseguran que se trata del té de la longevidad, y viendo sus propiedades no es para menos. Además de ser una fuente natural de antioxidantes, el té blanco “bloquea” el proceso de envejecimiento de los tejidos, es decir, que nos mantiene lo más jóvenes posible (tampoco hace milagros, eh).
Té negro:
Si eres una persona propensa a los dolores de cabeza, este es tu té. A su vez, mejora la circulación, lo que significa que es un gran aliado de cara a la prevención de enfermedades cardiovasculares, en especial del colesterol “malo”.